
EE. UU. Demanda un "Fondo de Alianza Manufacturera" de $380 Mil Millones a Corea del Sur, Sacude los Mercados
EE. UU. exige a Corea del Sur un "Fondo para la Alianza de Fabricación" de 380.000 millones de dólares, lo que sacude los mercados
Seúl se enfrenta a un plazo en agosto mientras la Casa Blanca pasa de las barreras comerciales a la inyección de capital
Estados Unidos ha solicitado formalmente a Corea del Sur que establezca un fondo de inversión masivo que podría superar los 380.000 millones de dólares –aproximadamente el 80% del presupuesto anual total de Seúl– para impulsar la fabricación estadounidense en sectores estratégicos, según confirmaron funcionarios surcoreanos el 15 de julio.
Esta demanda sin precedentes, presentada durante reuniones de alto nivel en Washington los días 7 y 10 de julio, marca un cambio significativo en la estrategia comercial de EE. UU., pasando de las solicitudes tradicionales de acceso al mercado a compromisos financieros directos por parte de sus aliados. Funcionarios familiarizados con las negociaciones describieron un ambiente tenso, ya que los representantes surcoreanos tuvieron dificultades para responder a lo que uno de ellos calificó de "diplomacia financiera a una escala sin precedentes".
"El referente japonés": una sombra de 400.000 millones de dólares se cierne sobre Seúl
La propuesta estadounidense refleja explícitamente un fondo soberano aún teórico de 400.000 millones de dólares que surgió durante las conversaciones entre EE. UU. y Japón en mayo. Los negociadores estadounidenses señalaron el superávit comercial comparable de Corea del Sur con Estados Unidos –aproximadamente 56.000 millones de dólares en 2024– para justificar expectativas financieras similares, a pesar de que la economía de Corea del Sur es significativamente más pequeña.
"Lo que estamos presenciando es política de paridad, no economía", señaló un analista comercial veterano que solicitó el anonimato. "Washington está aplicando un cálculo simple: superávit comercial similar, compromiso financiero similar, sin importar la capacidad fiscal".
Para Seúl, las implicaciones son asombrosas. Incluso una versión reducida representaría el mayor compromiso de inversión extranjera en la historia de Corea, desviando potencialmente capital que, según muchos, se necesita desesperadamente a nivel nacional.
La guillotina arancelaria del 1 de agosto
Añadiendo urgencia a una negociación ya tensa, la administración Trump ha establecido el 1 de agosto como fecha límite, después de la cual amenaza con imponer aranceles "recíprocos" del 25% sobre las importaciones surcoreanas si no se logran avances sustanciales.
Los negociadores coreanos llegaron a Washington preparados con concesiones comerciales tradicionales –incluidas aperturas de mercados agrícolas y reformas de servicios digitales– solo para encontrarse con funcionarios estadounidenses obsesionados con la propuesta del fondo como el principal objetivo antes del ciclo electoral de EE. UU.
"Ambas partes entienden lo que está pasando aquí", explicó un estratega financiero con conocimiento directo de las conversaciones. "La Casa Blanca quiere una cifra llamativa para exhibir antes de las elecciones, no necesariamente una instalación completamente financiada desde el primer día".
Las cuentas imposibles de Seúl: encontrar 380.000 millones de dólares
La propuesta ha desatado urgentes debates internos en los círculos gubernamentales surcoreanos sobre su viabilidad fiscal. El presupuesto base de Corea para 2025 asciende a aproximadamente 471.000 millones de dólares, con ratios de deuda-PIB que ya superarán el 58% tras dos paquetes de gasto suplementarios aprobados en junio y julio.
Incluso un fondo de inversión significativamente reducido de 50.000 millones de dólares añadiría aproximadamente dos puntos porcentuales a la ratio deuda-PIB de Corea del Sur, a menos que se estructure como financiación fuera de balance.
Funcionarios coreanos están explorando múltiples vías de financiación, incluyendo:
- Recurrir al fondo soberano de 231.000 millones de dólares de la Corporación de Inversión de Corea (KIC), una opción políticamente delicada.
- Emitir bonos soberanos denominados en dólares, aunque los diferenciales de los "credit default swaps" ya se han ampliado en 18 puntos básicos desde junio debido a las preocupaciones arancelarias.
- Utilizar bancos de desarrollo y contabilizar los compromisos como "pasivos contingentes", actualmente considerado el enfoque más probable.
Fuego cruzado político: "Exportar empleos" vs. "Necesidad estratégica"
La propuesta del fondo llega en un momento políticamente precario para el presidente Lee Jae-myung, quien ganó las elecciones con una plataforma anticonglomerados y pro-bienestar social. Los partidos de la oposición ya han comenzado a enmarcar el posible fondo como una "exportación de empleos y capital coreano" en un momento de desafíos económicos internos.
Los partidarios, por su parte, argumentan que el fondo podría beneficiar a las empresas coreanas al apoyar su expansión en el mercado estadounidense, en medio de una demanda interna estancada y una competencia china cada vez más intensa en los mercados globales.
"Se trata de una cuestión de imagen de relocalización de cara a las elecciones estadounidenses", explicó un investigador de política económica de un importante 'think tank' coreano. "Una instalación de semiconductores financiada por Corea en Ohio significa empleos estadounidenses sin dinero de los contribuyentes estadounidenses. Pero también significa bloquear el capital coreano en suelo estadounidense, reduciendo potencialmente las inversiones expuestas a China en el país".
Repercusiones en el mercado: el "compromiso coreano"
Los mercados financieros ya han comenzado a descontar los posibles resultados, con el won coreano debilitándose y los rendimientos de los bonos del gobierno cayendo a medida que los inversores sopesan varios escenarios.
Basado en el consenso de los analistas, han surgido tres posibles resultados:
- Escenario Base (55% de probabilidad): Una instalación reducida y escalonada de 40.000-80.000 millones de dólares desembolsados a lo largo de cinco años, vinculada a la inversión extranjera directa coreana ya prevista para la fabricación de baterías y chips en EE. UU.
- Riesgo Extremo: Colapso de las negociaciones, activando los aranceles del 1 de agosto, con el won coreano posiblemente superando los 1.500 por dólar y los rendimientos de los bonos del gobierno cayendo por debajo del 3%.
- Escenario Optimista: Un fondo simbólico de 20.000 millones de dólares o menos, combinado con una tregua arancelaria recíproca y un lenguaje conjunto de "friend-shoring" (reubicación en países amigos) antes de la reunión del G-7.
Perspectivas de inversión: Posicionamiento estratégico en medio de la incertidumbre
Para los inversores que navegan por esta corriente geopolítica cruzada, los estrategas de mercado sugieren varias estrategias de posicionamiento:
Los astilleros coreanos parecen particularmente bien posicionados en la mayoría de los escenarios, ya que EE. UU. ha mencionado explícitamente la construcción naval como un sector prioritario para el fondo. Empresas como HD Hyundai Heavy Industries y Samsung Heavy Industries podrían beneficiarse de gastos de capital subvencionados para buques metaneros y portacontenedores con bandera estadounidense.
Los mercados de divisas sugieren cautela, con la visión de consenso inclinándose a la baja para el won coreano. "Incluso con un acuerdo de compromiso, el fondo extraerá liquidez del mercado coreano", señaló un estratega de divisas. "Combinado con la probable relajación del Banco de Corea en el cuarto trimestre, vemos que el USD/KRW se moverá hacia 1.450".
Los bonos del gobierno coreano presentan una oportunidad atractiva, con rendimientos que probablemente disminuirán a medida que las preocupaciones fiscales y los posibles impactos en el crecimiento de las amenazas arancelarias impulsen una huida hacia la seguridad.
Lo que viene: Fechas críticas a seguir
Los participantes del mercado están monitoreando de cerca varios catalizadores próximos:
- 20 de julio: Llamada informal del grupo de trabajo EE. UU.-Corea, con posibles filtraciones sobre una estructura de financiación "escalonada".
- 25-26 de julio: Las preguntas parlamentarias coreanas sobre las conversaciones arancelarias podrían revelar el tamaño máximo que Seúl puede asumir.
- 31 de julio: Posible mitin de la Casa Blanca en Pensilvania donde cualquier acuerdo marco podría ser destacado.
- 1 de agosto: La fecha de activación de los aranceles; cualquier aplazamiento mejoraría significativamente las posibilidades de un compromiso.
Por ahora, los observadores experimentados esperan una versión significativamente reducida de la demanda inicial de Washington –probablemente en el rango de los 50.000 millones de dólares desembolsados a lo largo de varios años– pero incluso esto representa una reasignación sustancial de capital público coreano hacia las industrias estratégicas de EE. UU.
Descargo de responsabilidad: Este análisis se basa en las condiciones actuales del mercado y no debe considerarse asesoramiento de inversión. El rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Los inversores deben consultar a asesores financieros para obtener orientación personalizada.