
EE. UU. interviene con una inusual medida cambiaria mientras Argentina apuesta fuerte por la reforma
Estados Unidos interviene con una medida cambiaria inusual mientras Argentina apuesta por la reforma
Washington pone 20.000 millones de dólares en juego, replicando la respuesta a la crisis de México de 1995
WASHINGTON — Estados Unidos conmocionó los mercados financieros el jueves con una medida audaz e inusual: compró directamente pesos argentinos y aprobó un acuerdo de permuta financiera (swap) por 20.000 millones de dólares con el banco central de Argentina. Es la intervención estadounidense más agresiva en la moneda de un mercado emergente desde que la administración Clinton se apresuró a rescatar a México hace tres décadas.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, enmarcó la acción como parte de un conjunto de “medidas excepcionales” diseñadas para estabilizar mercados volátiles. Los inversores aplaudieron de inmediato. Los bonos argentinos denominados en dólares saltaron más de cuatro centavos, y el peso recuperó terreno frente al dólar. Los operadores lo calificaron como una poderosa señal de apoyo de Estados Unidos al experimento económico sin límites del presidente Javier Milei.
Normalmente, Washington se mantiene al margen de las intervenciones directas en las economías en desarrollo. La última vez que actuó de esta manera fue durante el colapso del peso mexicano en 1995. La decisión del jueves, por lo tanto, no es solo financiera, es una declaración política.
Por qué esta medida es importante
El Tesoro recurrió a una herramienta poco conocida pero potente: el Fondo de Estabilización Cambiaria (Exchange Stabilization Fund), creado en 1934 en el apogeo de la Gran Depresión. Otorga al Secretario del Tesoro una amplia autoridad para comprar y vender divisas sin esperar la aprobación del Congreso. Esa velocidad es crucial en una crisis, aunque a menudo desata tormentas políticas más tarde.
Los analistas creen que el acuerdo permitirá al banco central de Argentina pedir prestados dólares utilizando pesos u otros activos como garantía. Estados Unidos no ha publicado los detalles —como las fechas de vencimiento o los recortes de valor (haircuts) sobre la garantía—, pero rescates anteriores, como el de México, sugieren que existen numerosas salvaguardias para proteger a los contribuyentes estadounidenses.
La frágil situación de Argentina
La economía de Argentina ha estado tambaleándose durante años. Los déficits crónicos, la emisión monetaria y una inflación descontrolada socavaron la confianza en sus instituciones. Las reservas de divisas cayeron tan bajo que incluso se volvieron negativas, obligando al país a buscar efectivo desesperadamente, principalmente a través de una línea de swap con el banco central de China.
El gobierno de Milei añadió leña al fuego a principios de 2025 al levantar estrictos controles de capital, conocidos localmente como el cepo. La idea era reconstruir la confianza. En cambio, dejó al peso peligrosamente expuesto en un momento en que Argentina todavía intentaba demostrar que podía cumplir con las reglas del Fondo Monetario Internacional. Con más de 40.000 millones de dólares adeudados al FMI, cada tropiezo mantiene a los inversores en vilo.
El momento de la medida estadounidense sugiere una coreografía cuidadosa con el FMI, que está preparando revisiones clave del programa. Juntos, Washington y el Fondo podrían estar intentando afianzar la confianza antes de que las reformas de Argentina se topen con obstáculos políticamente sensibles.
Juegos de poder detrás del dinero
La intervención no se trata solo de pesos y bonos, también es geopolítica. Durante años, Argentina dependió en gran medida del mecanismo de swap de Beijing, que sigue activo hasta al menos 2026. Al intervenir, Estados Unidos debilita el control de China sobre una de las economías más grandes de América Latina y reafirma su influencia más cerca de casa.
“Esto es un contrapeso directo a la diplomacia financiera de China”, dijo un estratega de Washington, que habló bajo condición de anonimato. “Si un banco central tiene que recurrir a Beijing cada vez que necesita liquidez en dólares, eso crea dependencias que Estados Unidos simplemente no tolerará”.
Aun así, la medida no está exenta de problemas internos. Algunos legisladores ya se quejan de los “rescates”, mientras que los grupos agrícolas estadounidenses temen que apoyar a Argentina pueda fortalecer a un competidor en las exportaciones de soja a China.
Cómo reaccionaron los mercados
Los operadores de bonos no perdieron el tiempo. La deuda argentina siguió subiendo, y el peso se calmó después de meses de oscilaciones vertiginosas. El mensaje fue claro: los mercados ahora ven la red de seguridad de Washington como real.
Pero los expertos advierten que esto es solo un parche, no una cura. Argentina todavía necesita una estricta disciplina presupuestaria para evitar que la inflación se dispare de nuevo.
“No se puede depender de los swaps de dólares para siempre”, dijo un gestor de bonos enfocado en América Latina. “Lo que hizo el Tesoro es elevar el umbral para el riesgo de intervención. Cambia cómo la gente valora los activos argentinos, pero el trabajo pesado tiene que venir de Buenos Aires”.
Mirando hacia el futuro
Para los inversores, la medida reduce las posibilidades de un colapso a corto plazo. Los bonos argentinos podrían subir aún más en los próximos uno o dos meses, especialmente si el swap resulta flexible y bien estructurado.
Los riesgos, sin embargo, son considerables. Si las reformas de Milei se estancan o la política de Washington se agrieta, la confianza podría evaporarse. El Congreso ha desaprobado durante mucho tiempo los amplios poderes del Tesoro bajo el ESF, y los legisladores podrían aprovechar la oportunidad para presentar este acuerdo como un rescate sin control.
El papel del FMI también es crítico. Cada revisión, desembolso o exención actuará como una prueba de fuego para el progreso de Argentina. Sin superávits presupuestarios estables y una política monetaria creíble, incluso 20.000 millones de dólares no sostendrán el peso para siempre.
Un juego de inversión volátil
Los inversores ahora se enfrentan a un futuro de doble pantalla. El escenario base: los bonos argentinos denominados en dólares siguen subiendo entre 5 y 15 centavos, el peso se estabiliza con intervenciones ocasionales, y la volatilidad disminuye. Un camino más optimista podría ver a Argentina ejecutando las reformas tan bien que las primas de riesgo se colapsen y los mercados de préstamos corporativos se reabran.
Por otro lado, los errores políticos —ya sea en Buenos Aires o en Washington— podrían deshacer las ganancias rápidamente, volviendo a poner a China al mando con su línea de swap.
Por ahora, los operadores están observando un puñado de señales: la eventual divulgación de los términos del swap, los cambios en las reservas del banco central, las decisiones de la junta del FMI y las audiencias en el Congreso. La cobertura sigue siendo esencial, ya que el riesgo de ejecución de Argentina no ha desaparecido, solo se ha suavizado.
Tesis de inversión interna
| Dimensión | Resumen clave |
|---|---|
| Visión y postura ejecutiva | Una intervención sustantiva de EE. UU. (swap de 20.000 millones de dólares + compra de pesos) que reduce el riesgo de cola a corto plazo y gana tiempo, pero no es una solución de solvencia. La visión del mercado es constructivamente bimodal. Operaciones favorecidas: bonos tácticos en USD en largo, bonos locales atados a la inflación (linkers) sobre los de tipo flotante (floaters), venta de volatilidad del ARS. La geopolítica (contrarrestar a China) aumenta la persistencia del compromiso de EE. UU. |
| Qué cambió y su significado | El Tesoro de EE. UU. (Bessent) compró pesos y finalizó un marco de swap de 20.000 millones de dólares con el BCRA (9 de octubre de 2025), lo que provocó un repunte de los bonos y una consolidación del peso. Esta es una intervención directa y poco común en un mercado emergente utilizando el ágil Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF), comparable a la de México en el 95. Proporciona una opcionalidad real para cambiar los flujos de divisas. |
| Mecanismos y restricciones | ESF: Herramienta poderosa para divisas/créditos sin aprobación inmediata del Congreso. Diseño del Swap: Probablemente a corto o mediano plazo en USD contra pesos/garantías en divisas con cláusulas vinculadas al FMI. Ángulo de China: La línea de EE. UU. diversifica la dependencia del swap del PBoC, lo que es positivo para las primas de riesgo. |
| Impacto macro (Resuelto vs. No resuelto) | Resuelve: El estrés de financiación en divisas a corto plazo, la psicología de refinanciación, ralentiza la dolarización. No resuelve: La desinflación creíble, los superávits primarios, la reconstrucción sostenible de reservas o una salida ordenada de los controles de capital. Estos aún requieren la ejecución del programa del FMI y la política interna. |
| Implicaciones de mercado y operaciones | Bonos en USD: Repunte de +4 centavos; próximos 5-15 centavos condicionales a los términos/FMI. Tácticamente sobreponderar la parte media de la curva frente al extremo largo. ARS y Tasas: Piso más firme; vender volatilidad al alza (topside vol) mediante reversiones de riesgo; preferir linkers sobre floaters. Corporativos: Ventana de reapertura para exportadores con altos ingresos en USD. |
| Economía política y persistencia | Motivos de EE. UU.: Estabilizar a un reformista y contrarrestar a China —motivos duraderos que favorecen un apoyo persistente. Riesgos: El uso del ESF invita al escrutinio del Congreso/GAO, lo que podría limitar políticamente futuras escaladas. El escenario base es un compromiso continuo de EE. UU. salvo un retroceso argentino. |
| Escenarios y probabilidades | Base (Anclado): El respaldo de EE. UU. calma el mercado de divisas; bonos +5–15 centavos; la volatilidad se comprime. Alza (Credibilidad): Mejoras fiscales + términos transparentes → fuerte compresión de los diferenciales. Baja (Puente a ninguna parte): Deslizamiento de políticas/retroceso político → los bonos vuelven al punto de partida; el swap de China recupera importancia. |
| Riesgos clave | 1. Hoja de términos del swap decepcionante (plazo corto, garantía débil). 2. Fracaso de la esterilización (la defensa cambiaria alimenta la inflación). 3. Repercusiones políticas en EE. UU. por el uso del ESF. 4. Shock externo (materias primas, estrangulamiento global del USD). |
| Lista de seguimiento crítica | 1. Detalles del Swap: Plazo, garantía, vínculos con el FMI (de las notas a pie de página). 2. Ritmo del FMI: Fechas de revisión y desembolsos. 3. Operaciones del BCRA: Intervención, composición de las reservas. 4. Política de EE. UU.: Reacciones del Congreso/GAO a la percepción de "rescate". |
| Conclusión y ventaja | La función de reacción de la política se ha endurecido favorablemente, justificando posiciones tácticas en largo y la venta de volatilidad. Sin embargo, el riesgo de ejecución de Argentina permanece. La ventaja reside en tácticas disciplinadas e higiene del riesgo (escalar con claridad, usar coberturas), no en un beta ciego. |
Los mercados pueden estar más tranquilos hoy, pero los inversores harían bien en recordar una cosa: las soluciones rápidas pueden comprar tiempo, pero solo la disciplina puede comprar confianza.