
La amenaza de aranceles de Trump a España desata alarmas legales mientras se intensifica la disputa por el gasto de la OTAN
La amenaza arancelaria de Trump a España enciende las alarmas legales mientras la disputa por el gasto de la OTAN se intensifica
La promesa del presidente Trump de imponer aranceles a España ha desatado una nueva ola de tensión entre Washington y Europa. Al vincular las disputas sobre el gasto en defensa con las sanciones comerciales, se adentra en un terreno legal inestable, y los líderes europeos ya se están preparando para responder.
Hoy, Trump acusó a España de negarse a cumplir con el objetivo propuesto de gasto en defensa de la OTAN del 5% del PIB, calificando la postura de "muy irrespetuosa con la OTAN". Dijo a los periodistas que está "pensando en" castigar a Madrid mediante aranceles y que "podría hacerlo". Esos comentarios impactaron inmediatamente en los mercados españoles y provocaron un frenesí entre los funcionarios europeos tras bambalinas.
¿El problema? Los tribunales ya se muestran escépticos sobre cómo la administración utiliza los poderes comerciales de emergencia. Un fallo del Circuito Federal a principios de este año cuestionó la autoridad del presidente para utilizar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) para imponer aranceles generalizados. Ese desafío legal sigue vigente, y cualquier arancel dirigido únicamente a España casi con seguridad enfrentaría demandas en cuestión de días.
La legislación comercial choca con la política de la OTAN
Este choque entre la distribución de la carga de defensa y la aplicación de medidas comerciales sitúa a EE. UU. en un terreno inexplorado. España negoció previamente una excepción durante las tensas conversaciones de la OTAN en junio, prometiendo alcanzar alrededor del 2.1% de su PIB en gasto de defensa, al tiempo que enfatizaba sus despliegues de tropas por toda Europa y Turquía. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, argumenta que España contribuye de manera significativa más allá de las cifras.
Ni siquiera está claro cómo Washington impondría las sanciones. La Casa Blanca se ha apoyado en gran medida en la IEEPA para los aranceles de 2025. Pero los expertos legales advierten que atacar a un solo miembro de la UE infringe las normas comerciales globales a menos que esté justificado por motivos de seguridad nacional. Bruselas alegaría rápidamente discriminación, respondería como un bloque completo y se negaría a dejar que España se defienda sola.
Ya hemos visto esta película. Intentos anteriores de EE. UU. de atacar a países europeos individuales —como por los impuestos a los servicios digitales— terminaron en pausas, acuerdos o estancamientos. Es difícil dividir a la UE.
La exposición exportadora de España es pequeña, pero vulnerable
El comercio entre EE. UU. y España ascendió a unos 70 mil millones de dólares estadounidenses en 2024. Eso es modesto en comparación con la relación general entre EE. UU. y la UE, pero el impacto no se distribuiría uniformemente; golpearía rápidamente a sectores clave.
Las exportaciones españolas a Estados Unidos rondan los 18.4 mil millones de dólares estadounidenses y se concentran en pocas áreas: piezas de automóvil, productos químicos y farmacéuticos, y alimentos. Solo el aceite de oliva —alrededor de 180.000 toneladas el año pasado— convierte a España en el principal proveedor del mercado estadounidense. Los precios ya han estado volátiles este año debido a la incertidumbre comercial.
El vino, las aceitunas de mesa y los productos especializados también constituyen grandes porciones de las exportaciones, por lo que los aranceles elevarían rápidamente los costes para los consumidores estadounidenses y perturbarían las cadenas de suministro. Algunos productores españoles, según se informa, están acelerando los envíos antes de cualquier anuncio, mientras que otros están explorando embotellar productos en EE. UU. para eludir los aranceles.
Bruselas no se quedará de brazos cruzados
La Unión Europea se ha estado preparando para posibles aranceles estadounidenses durante todo el año. Los funcionarios han planteado escenarios de represalia que implican metales, gravámenes generales o golpes específicos por sector. Si Washington actúa contra España, la UE casi con seguridad responderá de forma colectiva.
Los borradores de listas de represalias apuntan a productos farmacéuticos, automóviles, bebidas premium y productos agrícolas de EE. UU., industrias donde las empresas estadounidenses dependen en gran medida de los compradores europeos. La ministra de Defensa de España restó importancia a la idea de ser señalada, mostrando confianza en que la unidad de la UE prevalecerá.
El sector farmacéutico destaca como especialmente arriesgado. España fabrica medicamentos para el mercado estadounidense, y las empresas americanas operan importantes instalaciones en España. Los aranceles perturbarían estas cadenas de suministro transfronterizas e incluso podrían afectar los precios y la disponibilidad de los medicamentos.
Los obstáculos legales podrían detener los aranceles en seco
El rechazo diplomático no es el único obstáculo de Trump; los tribunales estadounidenses están observando de cerca. Los jueces se han mostrado cada vez más incómodos con el uso de poderes de emergencia por parte de la administración para imponer aranceles. Si Trump vuelve a apoyarse en la IEEPA, los abogados esperan mandatos judiciales inmediatos.
Existen herramientas alternativas como la Sección 232 (seguridad nacional) o la Sección 301 (prácticas comerciales desleales), pero ambas requieren investigaciones y períodos de comentarios públicos. Eso ralentiza todo y debilita el efecto sorpresa.
Los aranceles rápidos y dirigidos necesitan atajos legales. Los tribunales parecen cada vez menos dispuestos a permitirlos.
Los mercados ya están evaluando los resultados
Los inversores están evaluando varios escenarios:
Divisas: El euro podría caer ante los titulares, pero la historia sugiere que esos movimientos se desvanecen rápidamente si los aranceles nunca se concretan. Los operadores que esperan bloqueos legales podrían comprar euros después de caídas a corto plazo de 20 a 40 pips.
Bonos: Los rendimientos de los bonos españoles a 10 años podrían ampliarse entre 5 y 10 puntos básicos en relación con los bonos alemanes (bunds), pero ese cambio de precio podría ofrecer oportunidades de cobertura baratas. Los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) sobre España podrían volverse más atractivos si las tensiones escalan.
Renta variable: Las acciones españolas podrían quedar rezagadas respecto a los mercados europeos en general entre un 1% y un 2% debido a los temores arancelarios. Podrían surgir operaciones de pares: apostar a la baja en España y al alza en Europa en general. Pero si la UE toma represalias a gran escala, los sectores cíclicos en toda Europa —especialmente automóviles y lujo— probablemente caerían, mientras que los valores defensivos como la atención médica y los servicios públicos podrían superar al mercado.
Materias primas: Los mercados de aceite de oliva podrían volverse inestables. Los importadores podrían acumular existencias antes de los aranceles, creando picos de precios a corto plazo. Los proveedores españoles que ya embotellan productos en EE. UU. obtendrían una ventaja.
¿Qué es lo más probable?
Los mercados asignan las mayores probabilidades a un movimiento simbólico: una lista arancelaria reducida centrada en productos agrícolas políticamente visibles como el aceite de oliva y el vino. Ese tipo de acción genera titulares sin hundir la economía ni violar demasiadas reglas comerciales. Mientras tanto, la presión real ocurriría a puerta cerrada.
¿El siguiente escenario más probable? Una amenaza sin seguimiento. Los abogados podrían advertir a la Casa Blanca que atacar solo a España no sobreviviría a una revisión judicial, lo que llevaría a la administración a retroceder. En ese caso, los mercados revertirían rápidamente las reacciones iniciales.
Una escalada total —aranceles generalizados, represalias de la UE, un euro cada vez más débil y mayores diferenciales de bonos— sigue siendo un riesgo de cola de menor probabilidad. Arremeter duramente contra España tiene poco sentido estratégico cuando EE. UU. ya está negociando cuestiones comerciales con toda la UE.
Señales a seguir
Si se avecinan aranceles, los primeros indicios aparecerán en el Federal Register (Registro Federal). La base legal importa:
- ¿IEEPA? Alto riesgo legal.
- ¿Sección 232 o 301? Proceso más lento y formal.
También hay que monitorear las declaraciones de la Comisión Europea. Si pasan de objeciones generales a objetivos de represalia específicos o presentan quejas ante la OMC, la escalada habrá comenzado.
El tono diplomático de España también importará. Un pequeño ajuste en su cronograma de gasto en defensa podría permitir a Washington cantar victoria sin forzar un cambio real.
Dónde probablemente terminará
La amenaza de Trump parece menos una política a largo plazo y más una táctica de presión. Está mezclando defensa y comercio para forzar un movimiento, pero los costes legales, económicos y diplomáticos de aranceles reales a España son extremadamente altos.
El resultado más realista: medidas simbólicas limitadas o pura bravuconada, seguidas de negociaciones. Hemos visto este patrón repetidamente en 2025: amenazas ruidosas, breves movimientos del mercado, resoluciones discretas.
España podría ser simplemente el último capítulo de un guion conocido.
Como siempre, las decisiones de inversión deben reflejar la tolerancia al riesgo personal. El comportamiento pasado de las políticas no es garantía de resultados futuros, y la orientación profesional sigue siendo esencial para las decisiones de cartera.