
La Verdadera Revolución de las Redes Sociales Aún No Ha Ocurrido
La revolución de las redes sociales que aún no ha llegado
La nueva aplicación Sora de OpenAI causó sensación hoy, prometiendo vídeos impecables generados por IA con solo pulsar un botón. Suena impresionante, ¿verdad? El problema es que se ve y se siente como TikTok con una capa de IA. En lugar de revolucionar el mundo de las redes sociales, se une a la larga lista de imitadores que intentan replicar el éxito arrollador de TikTok.
Atrapados en el modo imitación
Las redes sociales han caído en un bucle predecible: una plataforma encuentra el éxito y el resto se apresura a imitarla. TikTok dio en el clavo con la fórmula de vídeos cortos y ágiles, y en poco tiempo Instagram, YouTube, Snapchat e incluso Facebook lanzaron sus propias versiones. Ahora aparece Sora, ofreciendo el mismo feed vertical, solo que esta vez todo lo que ves fue ensamblado por IA.
Eso podría sonar novedoso a primera vista, pero el problema subyacente no ha desaparecido. Todas estas plataformas luchan por la misma cosa limitada —tu tiempo y atención— mientras utilizan trucos casi idénticos. TikTok retiene a las personas una media de 95 minutos al día gracias a su algoritmo de una precisión asombrosa. Instagram lucha por mantener a sus usuarios ni la mitad de ese tiempo. Introducir la IA en la ecuación no cambia el hecho de que sigue construida sobre el mismo bucle adictivo.
Cómo sería un cambio real
Una verdadera revolución en las redes sociales no vendrá solo de una tecnología más sofisticada. Vendrá de resolver los mismos problemas que crean las plataformas actuales. Varias señales ya apuntan hacia dónde podría ocurrir el avance.
Plataformas propiedad de la gente
Los experimentos más interesantes no están ocurriendo en las sedes de las grandes tecnológicas, sino que están surgiendo en redes descentralizadas. Piensa en Mastodon, Bluesky y comunidades basadas en blockchain. Estas plataformas cambian las reglas del juego al dar a los usuarios un control real: la propiedad de sus datos, tokens como recompensas e incluso un voto sobre cómo evoluciona la red.
Bluesky, fundada por el cofundador de Twitter Jack Dorsey, muestra cómo funciona esto. Su diseño descentralizado permite a la gente elegir sus propios algoritmos y ver cómo se toman las decisiones de moderación. Esa sensación de control ha ayudado a la plataforma a superar los 27 millones de usuarios.
Adentrándose en mundos virtuales
Imagina una plataforma social que no solo te muestra un vídeo, sino que te sumerge directamente en una escena. Esa es la promesa de la realidad aumentada y virtual. En la próxima década, las plataformas exitosas podrían parecerse menos a feeds y más a espacios de juego digitales donde:
- Te reúnes con amigos en lugares de encuentro en 3D.
- Recorres historias inmersivas en lugar de simplemente deslizar vídeos.
- Te pruebas ropa o testas productos en RA antes de darle a "comprar".
Eso es un verdadero salto adelante, no solo un feed más pulido.
Creando comunidades que realmente se sientan auténticas
¿Recuerdas BeReal? Despegó prometiendo publicaciones sin filtros y auténticas. La idea tocó la fibra sensible, pero se desinfló porque no pudo retener a los usuarios. Aun así, demostró algo importante: la gente está ávida de honestidad en línea.
Threads, por otro lado, ha crecido rápidamente apostando por la conversación en lugar de la controversia. Con más de 350 millones de usuarios, es prueba de que la gente elegirá la conexión si se le da la oportunidad. El desafío es diseñar una plataforma que equilibre la autenticidad con la capacidad de permanencia.
Por qué los “nuevos TikToks” siguen sin triunfar
La mayoría de los competidores fracasan por una razón simple: intentan ganarle a TikTok en su propio juego en lugar de ofrecer algo nuevo.
- ¿Instagram Reels y YouTube Shorts? Lo mismo, con otra etiqueta.
- ¿BeReal? Sincero, sí, pero no diseñado para el descubrimiento.
- ¿Lemon8? Bonita, pero no necesaria.
- ¿Sora? Vídeos de IA impecables, pero aún construida sobre el desplazamiento infinito.
Ninguna de ellas cambia el panorama fundamentalmente.
El camino por delante
Si se avecina una verdadera revolución en las redes sociales, se construirá sobre bases muy diferentes:
- El poder del usuario, no el de la plataforma. Tú eres dueño de tu contenido, tu feed y tus datos.
- Experiencias que aporten valor. Espacios digitales que mejoren tu vida real, no que la sustituyan.
- Comunidades por encima de la popularidad. Intereses y objetivos compartidos en lugar de una búsqueda interminable de likes.
- Algoritmos claros y justos. Herramientas que puedas ver, ajustar y en las que puedas confiar.
La próxima gran plataforma no ganará haciendo que te desplaces más tiempo. Ganará haciendo que el tiempo que pasas en línea resulte significativo.
Y, sin embargo, aquí está la verdad: nadie sabe realmente cómo será esa revolución. Podemos imaginar fragmentos de ella —la descentralización, los mundos inmersivos, las comunidades auténticas—, pero la imagen completa aún no ha cobrado forma. Lo que sí sabemos es esto: Sora no es la respuesta. Son reinterpretaciones pulidas y adictivas del mismo viejo modelo. El verdadero avance, cuando llegue, será diferente en su naturaleza, no solo en su estilo.