
El Pentágono Recorta a la Mitad los Pedidos de Aviones de Combate F-35 por Ajuste Presupuestario de Defensa
El Pentágono recorta drásticamente los pedidos de cazas F-35, generando repercusiones en la industria de defensa
Las relucientes líneas de ensamblaje en las instalaciones de Lockheed Martin en Fort Worth, donde cobran forma los cazas más avanzados de Estados Unidos, podrían enfrentarse pronto a un futuro más silencioso. El Departamento de Defensa de EE. UU. ha reducido drásticamente su solicitud de cazas F-35 en su última propuesta de adquisición al Congreso, buscando financiación para solo 24 aeronaves, la mitad del número proyectado en las previsiones presupuestarias del año pasado.
Esta reducción del 50% representa un posible golpe de 1.900-2.000 millones de dólares en ingresos para Lockheed Martin, el mayor contratista de defensa de Estados Unidos, y señala posibles cambios estratégicos en las prioridades del Pentágono a medida que la guerra moderna evoluciona hacia sistemas no tripulados y plataformas de dominio aéreo de próxima generación.
Tras las puertas cerradas del Pentágono: Restricciones presupuestarias y giros estratégicos
El recorte de adquisiciones llega en medio de un ajuste de cinturón más amplio en el Pentágono, con el Secretario de Defensa Lloyd Austin supuestamente ordenando una reducción del 8% en el gasto militar proyectado para los próximos cinco años. La Fuerza Aérea, el mayor cliente del programa F-35, planea ahora destinar 3.500 millones de dólares a los cazas furtivos, con 531 millones de dólares adicionales destinados a materiales para adquisiciones anticipadas.
La Marina y el Cuerpo de Marines tampoco han escapado a la poda presupuestaria. Las solicitudes de aviación naval cayeron a 12 cazas, frente a los 17 aprobados en el año fiscal actual, mientras que los Marines verán una reducción de dos aeronaves.
"Lo que estamos presenciando no es simplemente un ejercicio de recorte presupuestario", señala un analista de defensa que solicitó el anonimato debido a consultas en curso con funcionarios militares. "Esto representa una revaluación fundamental de cómo se proyectará el poder aéreo en futuros conflictos, con cantidades significativas de dinero siendo redirigidas hacia plataformas de dominio aéreo de próxima generación y aeronaves de combate colaborativas".
Wall Street toma nota mientras el ecosistema económico del F-35 tiembla
El mercado respondió rápidamente a la noticia de las adquisiciones, con las acciones de Lockheed Martin cotizando a 476,90 dólares el miércoles, una caída de 3,90 dólares respecto al cierre anterior. Con más de 1,15 millones de acciones cambiando de manos, los inversores parecían estar recalibrando las expectativas para un programa que representa aproximadamente el 30% de los ingresos de la compañía.
El programa F-35, con su coste de vida útil estimado en 2 billones de dólares, ha soportado críticas durante años por sobrecostos y desafíos técnicos. La última reducción de adquisiciones intensifica el escrutinio sobre la viabilidad a largo plazo del programa, particularmente a medida que los planificadores militares adoptan cada vez más la guerra con drones y los conceptos de cazas de próxima generación.
Congreso vs. Pentágono: La batalla por los cazas comienza
Si la historia sirve de precedente, la solicitud de adquisición del Pentágono podría enfrentarse a una revisión significativa una vez que llegue al Capitolio. Un borrador del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes ya propone aumentar la solicitud de la Fuerza Aérea a 42 F-35, restaurando 18 de las 24 aeronaves recortadas.
Este tira y afloja entre el Pentágono y el Congreso se ha convertido en una danza familiar en las adquisiciones de defensa. Durante los últimos dos años fiscales, los asignadores congresionales han añadido consistentemente aproximadamente 18 cazas anualmente cuando se enfrentan a propuestas de reducción del Departamento de Defensa.
"Las dinámicas políticas no deben subestimarse", explica un antiguo asesor de defensa del congreso. "Tanto el Representante Rogers como los demócratas de alto rango tienen proveedores del F-35 en sus distritos. La amplia huella industrial del programa, que abarca 45 estados, crea una poderosa base electoral que típicamente se resiste a grandes recortes de producción".
Los pedidos internacionales proporcionan un amortiguador contra la turbulencia interna
Mientras que la adquisición nacional enfrenta vientos en contra, Lockheed Martin puede encontrar consuelo en una sólida cartera de pedidos internacionales. La compañía actualmente tiene pedidos de 408 aeronaves de varios aliados, con compromisos recientes de Alemania, Polonia y la República Checa que extienden las líneas de producción hasta 2032.
Esta dimensión internacional representa una fuerza estabilizadora crucial para el programa. Se proyecta que los pedidos no estadounidenses constituyan más del 45% de la producción de F-35 para 2029, frente al 32% actual; un cambio que podría ayudar a preservar la eficiencia de fabricación y mitigar la volatilidad del presupuesto nacional.
En 2024, Lockheed entregó 110 cazas F-35 a EE. UU. y sus aliados, demostrando la continua importancia operativa del programa a pesar de las presiones presupuestarias.
Los desafíos técnicos proyectan sombras sobre futuras fuentes de ingresos
Más allá de los números de adquisición, los problemas técnicos siguen afectando la plataforma. La actualización de software TR-3, crucial para desbloquear capacidades avanzadas, enfrenta retrasos continuos que podrían desencadenar cláusulas de penalización estimadas entre 800 y 1.000 millones de dólares.
Los observadores de la industria están observando de cerca la aceptación de pruebas de vuelo programada para septiembre de 2025 en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, que podría resultar fundamental para el impulso del programa. Resolver con éxito estos obstáculos técnicos desbloquearía fuentes de ingresos por modernización de mayor margen en toda la flota existente.
"Los desafíos de integración de software representan más que solo obstáculos técnicos", señala un experto en ingeniería aeroespacial. "Impactan directamente la capacidad de Lockheed para hacer la transición a fases más rentables de sostenimiento y mejora del ciclo de vida del programa".
Panorama de la inversión: Navegando la turbulencia del sector de defensa
Para los inversores que evalúan la exposición al sector de defensa en medio de estos acontecimientos, Lockheed Martin presenta un interesante caso de estudio. Actualmente cotizando a una relación P/E (precio/beneficio) a futuro de 17,6x —por debajo de su promedio de 19x en 10 años— la compañía ofrece un rendimiento de flujo de caja libre del 4,9%, incluyendo su dividendo trimestral de 0,48 dólares por acción.
Las proyecciones de la gerencia para el año fiscal 2025 indican un flujo de caja libre esperado de 8.300 millones de dólares. Incluso teniendo en cuenta las reducciones de adquisiciones, los escenarios de estrés sugieren un impacto mínimo, con el flujo de caja libre potencialmente cayendo a 7.900 millones de dólares, una disminución manejable del 4%.
Los participantes del mercado podrían considerar varios enfoques estratégicos. La venta de opciones de venta (put options) con precios de ejercicio significativamente más bajos podría monetizar las métricas de volatilidad elevadas, mientras que los call spreads cuidadosamente estructurados podrían capturar el alza si se materializan las adiciones congresionales. Para aquellos que buscan exposición sectorial con riesgo específico de la empresa reducido, las posiciones emparejadas que equilibran Lockheed con otros fabricantes aeroespaciales merecen ser consideradas.
Sin embargo, los inversores deben tener en cuenta que el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros, y la consulta con asesores financieros cualificados sigue siendo esencial antes de implementar cualquier estrategia de inversión.
Qué hay más allá del horizonte para el caza de Estados Unidos
De cara al futuro, varios catalizadores podrían impactar significativamente la trayectoria del programa F-35. La finalización del contrato Lote-18/19, esperada para finales de junio de 2025, proporcionará información crucial sobre los mecanismos de protección de márgenes. Las decisiones de revisión congresional a través del proceso de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional determinarán las cifras de adquisición finales.
Las decisiones internacionales también son de gran importancia, con el comité de defensa de Alemania evaluando la compra de ocho cazas adicionales a finales de 2025. Mientras tanto, el proceso de selección de motores adaptativos en la propuesta de presupuesto del Presidente para el AF27 (Año Fiscal 2027) podría potencialmente reacelerar los pedidos del modelo A, dependiendo de la tecnología elegida.
A pesar de la reducción anunciada, el programa F-35 sigue siendo una piedra angular de la planificación de la aviación militar occidental. Con más de 60.000 millones de dólares de visibilidad hasta el Lote de producción 21 y su papel central en la OTAN y las estructuras de alianzas del Pacífico, la importancia estratégica de la plataforma trasciende las fluctuaciones presupuestarias a corto plazo.
A medida que la guerra sigue evolucionando en una era de sistemas autónomos y redes de combate integradas, el equilibrio entre cazas tripulados y tecnologías emergentes probablemente determinará no solo la fortuna de Lockheed Martin, sino la forma del combate aéreo durante las próximas décadas.
Este artículo tiene fines puramente informativos y no constituye asesoramiento de inversión. Los inversores deben realizar su propia investigación y consultar con profesionales financieros antes de tomar decisiones de inversión.