Dentro del campo de batalla corporativo de Meta: Las cuotas de rendimiento chocan con ambiciones récord en IA
En los relucientes pasillos de la sede de Meta en Menlo Park, dos realidades paralelas han cobrado vida. A puerta cerrada, los gerentes elaboran estrategias frenéticamente para designar qué miembros del equipo caerán en la ampliada categoría de "Por debajo de las expectativas", mientras que, a pocos pisos de distancia, investigadores de élite en IA están siendo cortejados con paquetes de compensación que alcanzan las alturas astronómicas de 300 millones de dólares. Este sorprendente contraste revela la apuesta de alto riesgo que Meta está haciendo por su futuro.
"La Máquina de Cuotas": Cómo el sistema de rendimiento de Meta se volvió implacable
Meta ha intensificado drásticamente su proceso de gestión del rendimiento en 2025, implementando lo que múltiples fuentes internas describen como una "reducción de personal planificada". Según documentos internos y fuentes familiarizadas con el asunto, la empresa ha ordenado que los gerentes califiquen entre el 15% y el 20% de los empleados como "Por debajo de las expectativas" durante el ciclo actual de Calibración de Resumen de Rendimiento, lo que supone un aumento respecto al umbral del 12-15% de años anteriores. Empleados de varias organizaciones, como las de Publicidad e Infraestructura, nos confirmaron que el porcentaje real de "Por debajo de las expectativas" es del 20%.
"Los números se deciden antes de que se evalúe el rendimiento de cualquiera", confió un gerente de nivel medio que solicitó el anonimato por temor a represalias. "Recibimos instrucciones explícitas de cumplir la cuota, independientemente del rendimiento real del equipo".
La política se aplica uniformemente en todas las organizaciones de Meta —Publicidad, Infraestructura y Producto—, creando un entorno donde la supervivencia, y no la innovación, se ha convertido en el enfoque principal para muchos.
Lo que hace que esta ronda sea particularmente preocupante es el surgimiento de prácticas de preselección. Múltiples fuentes confirman que algunos directores y gerentes sénior identificaron posibles objetivos de "Por debajo de las expectativas" antes de que comenzaran las revisiones de rendimiento. Los nuevos empleados, que no han tenido tiempo suficiente para demostrar sus capacidades, se han vuelto particularmente vulnerables.
"Personas que se unieron hace apenas unos meses están siendo sacrificadas para proteger a miembros del equipo más establecidos", explicó un ingeniero sénior con conocimiento del proceso. "Incluso aquellos que renunciaron a principios de este año están siendo contabilizados retroactivamente para la cuota, lo que dice mucho sobre lo arbitrario que se ha vuelto esto".
La "militarización" de las etiquetas de desgaste
El sistema de clasificación interna de Meta para los empleados que se marchan se ha convertido en una herramienta controvertida dentro de este entorno de alta presión. Cuando los empleados se van —ya sea por renuncia o por despido—, los gerentes asignan una de dos designaciones: "Desgaste Lamentable" o "Desgaste No Lamentable".
Estas etiquetas, aparentemente administrativas, conllevan consecuencias significativas. Solo aquellos designados como Desgaste No Lamentable cuentan para la cuota de "Por debajo de las expectativas" de un gerente, creando un incentivo perverso para calificar las salidas como "no lamentables", independientemente del rendimiento o la contribución real.
"Es un secreto a voces que casi todo el mundo que se va recibe ahora la etiqueta de Desgaste No Lamentable", dijo un reclutador veterano con visibilidad en múltiples equipos. "Incluso los empleados de alto rendimiento que renuncian por elección. Es puramente una cuestión de alcanzar las cifras".
Las implicaciones para futuros empleos son sustanciales. Aquellos etiquetados como Desgaste Lamentable pueden regresar a Meta en el plazo de un año a través de un proceso de recontratación simplificado, mientras que los exempleados designados como Desgaste No Lamentable se enfrentan a un arduo proceso de entrevistas si intentan regresar, quemando puentes de manera efectiva con uno de los empleadores tecnológicos más poderosos.
"Políticas de supervivencia": El deterioro de la colaboración
Quizás lo más preocupante es cómo este sistema ha transformado la cultura de Meta, antes colaborativa, en lo que un gerente de producto describió como un "Survivor corporativo".
La colaboración interfuncional se ha deteriorado en disputas territoriales. En un incidente particularmente revelador, seis equipos diferentes se involucraron en lo que los testigos describen como una "discusión a gritos" sobre la propiedad de un proyecto relativamente menor. La disputa escaló a través de múltiples niveles de gestión, requiriendo finalmente la intervención a nivel de dirección.
"Los TLs [Líderes Técnicos] corren rutinariamente a la oficina de su director para 'delatarse' unos a otros", dijo un gerente de ingeniería. "Las publicaciones de reconocimiento básicas se convierten en campos de batalla por el crédito. Personas que no contribuyeron en nada exigen la copropiedad, simplemente para inflar sus métricas de rendimiento".
Este entorno ha cultivado una cultura donde socavar a los colegas se considera una estrategia de supervivencia. "Todo el mundo está desesperado por que otra persona reciba la marca de 'Por debajo de las expectativas', pensando que así se mantendrán a salvo", observó un profesional de recursos humanos con conocimiento de la dinámica de múltiples equipos.
La contradicción de 65.000 millones de dólares: La apuesta total de Meta por la IA
La implacable búsqueda de eficiencia contrasta fuertemente con la inversión sin precedentes de Meta en inteligencia artificial. La empresa está destinando hasta 65.000 millones de dólares al desarrollo de IA solo en 2025, una de las mayores inversiones tecnológicas a nivel mundial este año.
Esto incluye la adquisición de más de 1,3 millones de GPU, la construcción de centros de datos masivos y especializados, y la formación de lo que los observadores de la industria llaman un "equipo de ensueño de IA" bajo los recién creados Meta Superintelligence Labs. Entre los fichajes de alto perfil se encuentran el ex CEO de Scale AI, Alexandr Wang, y el ex CEO de GitHub, Nat Friedman, quienes han sido atraídos con paquetes de compensación que empequeñecen incluso las escalas salariales ejecutivas tradicionales.
El CEO Mark Zuckerberg ha enmarcado esta inversión como un "punto de inflexión histórico" tanto para la empresa como para la sociedad, declarando públicamente la ambición de Meta de desarrollar una "superinteligencia personal