La relajación de la norma de apalancamiento de la Fed impulsa un repunte bancario: ¿Respirarán por fin los mercados del Tesoro?
La Reserva Federal presentó hoy una propuesta para reducir significativamente los requisitos de capital para los bancos más grandes de Estados Unidos. La iniciativa, que recortaría el ratio de apalancamiento suplementario reforzado para los gigantes bancarios, tiene como objetivo impulsar la liquidez en el crítico mercado de bonos del Tesoro de EE. UU., valorado en 29 billones de dólares, aun cuando reaviva los polémicos debates sobre la estabilidad financiera en el marco regulatorio posterior a 2008.
"Liberando la barrera de contención": La visión de Powell para un sistema bancario más ágil
En el centro de la propuesta de la Fed reside un cambio fundamental: sustituir el requisito de capital fijo del 5% para las sociedades de cartera bancarias y del 6% para sus filiales por una escala móvil del 3,5% al 4,5%, adaptada a la importancia sistémica de cada institución en el sistema financiero global.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, explicó que los ratios de apalancamiento fueron concebidos originalmente para funcionar como medidas de seguridad de último recurso, más que como limitaciones primarias a las actividades bancarias. Señaló que los bancos ahora mantienen sustancialmente más activos de bajo riesgo, lo que ha transformado inadvertidamente estas salvaguardias en importantes limitaciones operativas, especialmente durante los períodos en que la liquidez del mercado es más esencial.
Los cambios podrían liberar aproximadamente 13.000 millones de dólares de capital de Nivel 1 a nivel de las sociedades de cartera y la asombrosa cifra de 213.000 millones de dólares en las filiales bancarias, según estimaciones del personal de la Fed, capital que teóricamente podría volver a la intermediación en el mercado del Tesoro.
Michelle Bowman, vicepresidenta de Supervisión y la defensora más acérrima del plan, describió la revisión como "solo un primer paso" en un esfuerzo más amplio para reformar lo que calificó de requisitos de capital "distorsionados" después de la crisis que ahora pueden estar impidiendo la capacidad de los bancos para apoyar el funcionamiento del mercado.
"Cuando el ratio de apalancamiento se convierte en la principal restricción, en lugar de las medidas basadas en el riesgo, crea incentivos perversos que en realidad socavan la estabilidad de mercados vitales como los bonos del Tesoro de EE. UU.", argumentó Bowman.
Disenso en las filas: La lucha interna de la Fed refleja el debate nacional
La propuesta fue aprobada a pesar de una importante resistencia interna, con los gobernadores de la Fed Michael Barr y Adriana Kugler emitiendo supuestamente votos en contra, una división poco común que refleja divisiones ideológicas más profundas sobre el equilibrio adecuado entre la eficiencia del mercado y la seguridad sistémica.
"Lo que estamos presenciando es una profunda batalla filosófica sobre las lecciones de 2008", señaló un analista de política bancaria que solicitó el anonimato debido a su trabajo actual con los reguladores. "La pregunta es: ¿Hemos abordado suficientemente las vulnerabilidades subyacentes que hicieron necesarios estos amortiguadores en primer lugar?"
La senadora Elizabeth Warren no tardó en condenar los cambios, publicando un comunicado en el que advertía que "debilitar los requisitos de apalancamiento permitirá a los megabancos asumir más deuda, aumentar los pagos a accionistas y ejecutivos y, en última instancia, aumentar el riesgo de otra devastadora crisis financiera".
La propuesta abre un período de 60 días para comentarios públicos, y la norma final podría llegar tan pronto como la reunión de la junta de la Fed en diciembre de 2025, seguida de un probable período de implementación gradual de un año que se alinearía con el ciclo de pruebas de estrés de 2026.
La euforia del mercado se encuentra con el realismo regulatorio
Las acciones bancarias subieron tras el anuncio, con JPMorgan Chase escalando 2,05 dólares hasta los 283,31 dólares y Goldman Sachs ganando 4,53 dólares para alcanzar los 666,86 dólares, ambas alcanzando nuevos máximos históricos. Cabe destacar que el ETF SPDR S&P Bank en general bajó ligeramente, cayendo 0,21 dólares hasta los 54,66 dólares, reflejando los beneficios concentrados para los bancos de importancia sistémica global que aprovechan la ganancia inesperada de capital.
"El mercado está valorando no solo el alivio inmediato de capital, sino el potencial de que esto sea el disparo de salida de un ciclo desregulador más amplio", explicó un analista bancario sénior de una importante firma de Wall Street. "Pero la pregunta sigue siendo si estas ganancias son sostenibles dados los vientos en contra políticos que podrían surgir, particularmente si los Demócratas recuperan el control del Senado en 2026".
Bonos del Tesoro, Repos y la economía real: Evaluando los efectos dominó
Los defensores argumentan que los cambios tendrán efectos beneficiosos más allá de los balances bancarios, reduciendo potencialmente los diferenciales de oferta-demanda en los mercados del Tesoro entre 3 y 4 puntos básicos en condiciones normales y comprimiendo los diferenciales de swap.
"Esto no se trata solo de la rentabilidad bancaria", insistió un exfuncionario del Tesoro familiarizado con las preocupaciones sobre el funcionamiento del mercado. "Cuando los bancos carecen de capacidad para intermediar en los mercados del Tesoro, los efectos se extienden por todo el sistema financiero, elevando en última instancia los costes de financiación para todos, desde los propietarios de viviendas hasta las pequeñas empresas".
Los críticos, por su parte, argumentan que el capital liberado podría destinarse principalmente a la rentabilidad de los accionistas, en lugar de a actividades de creación de mercado. Un análisis interno de la Fed sugiere que los cambios en la norma podrían aumentar la rentabilidad sobre el capital en aproximadamente 70 puntos básicos para JPMorgan Chase y más de 100 puntos básicos para Goldman Sachs, mejoras que podrían traducirse en mayores dividendos y recompras de acciones, en lugar de una mayor intermediación en el mercado.
Más allá de los titulares: La mecánica técnica que importa
La nueva calibración vincula el colchón al 50% del recargo G-SIB de cada banco, reflejando el suplemento de apalancamiento internacional de Basilea. Este ajuste técnico significa que el impacto práctico varía considerablemente entre instituciones, con los balances con un fuerte peso en el trading, como el de Goldman Sachs, que podrían beneficiarse más que los actores diversificados, como Morgan Stanley.
"El diablo siempre está en los detalles de la regulación bancaria", observó un oficial de cumplimiento regulatorio en una de las instituciones afectadas. "Lo que parece un simple cambio porcentual oculta un conjunto enormemente complejo de cálculos y decisiones estratégicas que se desarrollarán de forma diferente en el panorama bancario".
Navegando el escenario de inversión: Consideraciones estratégicas
Para los inversores que siguen este desarrollo, podrían surgir varias oportunidades estratégicas en los próximos meses, aunque los analistas advierten contra la sobreestimación del impacto a largo plazo.
Las mesas de trading ya se están reposicionando para una posible compresión de los diferenciales en el mercado de bonos del Tesoro-OIS, con el diferencial a 5 años potencialmente estrechándose desde los niveles actuales de alrededor de +9 puntos básicos hacia los +4 puntos básicos a principios de 2026, a medida que se reconstruyan los inventarios bancarios.
"Consideramos esto como marginalmente alcista para los grandes bancos estadounidenses, pero la magnitud es menor de lo que sugieren los titulares", señaló un estratega de renta fija. "El capital liberado representa solo alrededor del 0,4% del CET1 de los G-SIB, lo que eleva las métricas de rentabilidad, pero no transforma fundamentalmente los perfiles de riesgo o los modelos de negocio de estas instituciones".
Los grandes bancos comerciales podrían presentar oportunidades atractivas en cualquier retroceso relacionado con el ruido político, con los ratios actuales de precio-valor contable tangible de alrededor de 1,3x todavía por debajo de la media post-crisis financiera de 1,5x. Sin embargo, los inversores deben actuar con cautela si las valoraciones superan 1,6x el valor contable tangible, ya que el entorno regulatorio sigue siendo fluido.
Las acciones preferentes de los G-SIB podrían ver sus diferenciales estrecharse entre 15 y 25 puntos básicos a medida que mejoren los colchones de CET1, ofreciendo potencialmente un alza más estable que las acciones comunes en un entorno político volátil.
Descargo de responsabilidad: Este análisis representa perspectivas fundamentadas basadas en datos de mercado actuales y patrones históricos. El rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Los lectores deben consultar a asesores financieros para obtener orientación de inversión personalizada.