El traspaso de la Apple Card de Goldman a JPMorgan pone a la pequeña firma tecnológica CoreCard en la cuerda floja

Por
Anup S
6 min de lectura

La Víctima Oculta de la Apple Card: La Pequeña Empresa Tecnológica Dejada Atrás por la Salida de Wall Street

NUEVA YORK — En el corazón del distrito financiero de Manhattan, donde Goldman Sachs una vez buscó reinventar la banca de consumo, una crisis más silenciosa se está desarrollando a casi mil millas de distancia, en Norcross, Georgia. Allí, una pequeña empresa de tecnología financiera llamada CoreCard se enfrenta a un momento crucial que subraya las consecuencias a menudo invisibles de las asociaciones financieras de alto perfil.

La decisión de Goldman Sachs de abandonar su empresa de la Apple Card, valorada en $20.000 millones, y que, según los informes, está ahora en el punto de mira de JPMorgan Chase, señala más que un simple cambio de estrategia. Revela la frágil posición de las pequeñas empresas tecnológicas que impulsan productos que acaparan titulares, pero que quedan expuestas cuando las condiciones del mercado cambian o los socios más grandes giran.

La historia de CoreCard captura la dura verdad en la intersección de las grandes tecnológicas y Wall Street: incluso la innovación revolucionaria no puede proteger a los actores más pequeños de los riesgos de la dependencia.

Apple Card (gstatic.com)
Apple Card (gstatic.com)


Una Asociación Poderosa, Ahora en Entredicho

La fortuna de CoreCard aumentó drásticamente en 2019 cuando Goldman Sachs lanzó la Apple Card. La firma con sede en Georgia proporcionó la tecnología de procesamiento detrás de las características destacadas de la tarjeta, como su rueda de pago visual, facturación basada en calendario y estructuras de tarifas claras y amigables para el consumidor.

“CoreCard se convirtió esencialmente en el motor invisible que impulsaba la experiencia de crédito al consumidor de Apple”, dijo un analista de tecnología financiera, quien habló de forma anónima debido a obligaciones con sus clientes. “Sin su tecnología, la asociación de Goldman con Apple no habría funcionado”.

Esa asociación se convirtió en un salvavidas financiero para CoreCard. Los analistas estiman que hasta el 70% de los ingresos de la empresa estaban vinculados a su trabajo en la Apple Card a través de Goldman Sachs. Para una compañía que antes era poco conocida, la asociación trajo credibilidad, pero también una peligrosa dependencia de un solo cliente.

Leland Strange, CEO de CoreCard, describió recientemente la situación de la empresa como “única y extraña”, expresando dudas sobre si la relación sobreviviría bajo un nuevo socio bancario.


Por Qué Goldman se Retiró

La retirada de Goldman de la Apple Card refleja un cambio más amplio dentro de la banca tradicional. Lo que comenzó como una audaz colaboración entre Wall Street y Silicon Valley se encontró con desafíos estructurales que resultaron difíciles de superar.

Un problema clave fue la base de usuarios de la tarjeta: alrededor del 34% de los saldos estaban en manos de prestatarios con puntajes de crédito inferiores a 660, clasificados como de riesgo (subprime) según los estándares de la industria, y más del doble de la exposición habitual de JPMorgan. Ese riesgo, combinado con las demandas de Apple de priorizar al consumidor (como eliminar los cargos por mora), redujo la rentabilidad de la tarjeta.

Los problemas no terminaron ahí. En octubre de 2024, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (Consumer Financial Protection Bureau) impuso multas a Apple y Goldman por más de $89 millones por el manejo inadecuado de disputas de clientes y comunicaciones engañosas. Las consecuencias públicas no solo dañaron la imagen de la asociación, sino que también complicaron una transferencia limpia a otro banco.

“Existe un bagaje regulatorio que pende sobre cualquier posible transición”, dijo un exejecutivo bancario familiarizado con las adquisiciones de tarjetas de crédito. “Ningún sucesor quiere heredar problemas de cumplimiento sin resolver”.


JPMorgan Interviene – Con Cautela

Ahora, JPMorgan Chase parece estar preparado para hacerse cargo de la cartera de la Apple Card. Con sus vastos recursos e infraestructura, el banco está bien posicionado para manejar el acuerdo, pero no sin condiciones.

Fuentes afirman que las negociaciones se están centrando en cambios en la estructura de la tarjeta para reducir el riesgo. JPMorgan podría presionar para reemplazar algunas de las características únicas de la tarjeta, como la facturación basada en calendario y las visualizaciones de pago dinámicas, con procesos más estándar que se alineen con sus sistemas de riesgo.

Ese cambio podría tener un efecto dominó. Si JPMorgan revisa por completo el modelo de servicio de la tarjeta, la tecnología especializada que CoreCard construyó podría dejar de ser necesaria. Las sólidas capacidades de procesamiento interno de JPMorgan probablemente se encargarían, dejando de lado a los proveedores externos más pequeños.


Una Salida Silenciosa: La Venta de CoreCard

Ante esa posibilidad, CoreCard tomó medidas preventivas. La empresa de pagos Euronet Worldwide anunció recientemente que adquiriría CoreCard en un acuerdo totalmente en acciones valorado en alrededor de $248 millones.

Para CoreCard, la venta ofrece tanto alivio como resignación. Es una fuerte caída desde la valoración máxima anterior de la compañía, que una vez se estimó en casi $490 millones durante el auge inicial de la Apple Card.

Para Euronet, la adquisición es una oportunidad de invertir en tecnología probada con un historial de alto perfil. ¿El objetivo? Reempaquetar el "linaje de la Apple Card" de CoreCard para mercados extranjeros, donde la marca Apple tiene aún más peso.

“Euronet está esencialmente comprando la tecnología y la narrativa”, explicó un ejecutivo de pagos. “La pregunta es si pueden convertir eso en crecimiento en otro lugar”.


Qué Significa para los Inversores

Esta transición presenta varios ángulos para los inversores astutos.

La alta exposición subprime de la Apple Card podría crear oportunidades en derivados de crédito, especialmente si JPMorgan negocia términos de reparto de riesgo o aísla segmentos de mayor riesgo de la cartera.

Los inversores de capital podrían ver la adquisición de CoreCard por parte de Euronet como una inversión de valor. El precio de compra refleja la posición debilitada de CoreCard, pero existe un potencial al alza si Euronet puede expandirse a mercados internacionales más rentables. Sin embargo, la ejecución lo será todo.

¿La lección más amplia para los actores de tecnología financiera? La concentración de clientes es un riesgo no solo para los ingresos, sino para la supervivencia. Los futuros acuerdos podrían incluir cláusulas para reducir la dependencia excesiva de un solo cliente: objetivos de diversificación, tarifas por ruptura de contrato o ajustes de valoración incorporados vinculados a cambios en la estrategia del socio.


Organismos Reguladores y Competencia Feroz

Cualquier transferencia de la cartera de la Apple Card probablemente atraerá una mayor atención regulatoria. Los problemas no resueltos de la asociación con Goldman podrían obligar a JPMorgan, o a cualquier comprador alternativo, a realizar cambios operativos o a comprometerse con protecciones adicionales para el cliente.

Mientras tanto, otros emisores como American Express, Barclays y Synchrony están observando desde la barrera. Si las conversaciones de JPMorgan fracasan, estos actores podrían intervenir con propuestas creativas, quizás dividiendo la cartera por perfil de riesgo o experimentando con modelos de doble emisión que aún involucren a proveedores de tecnología especializados.


Mirando Hacia el Futuro: Lecciones y Legado

El próximo capítulo de la Apple Card no se trata solo de quién toma el control, sino de cómo evoluciona la industria financiera. Las primeras asociaciones entre tecnología y finanzas a menudo favorecieron la innovación sobre la rentabilidad. Esa compensación es cada vez más difícil de justificar.

De cara al futuro, se esperan acuerdos más estrictos, un reparto de riesgo más claro y redes de proveedores más amplias. La era de construir plataformas de miles de millones de dólares basadas en dependencias tecnológicas de un solo punto, como el papel de CoreCard en la Apple Card, probablemente está llegando a su fin.

Para inversores y ejecutivos, este cambio ofrece una ventana al costo real de la innovación y la importancia de la durabilidad en las asociaciones. La trayectoria de CoreCard termina en adquisición, pero su historia ofrece una advertencia para la próxima ola de desarrolladores de tecnología financiera.

A medida que JPMorgan finaliza su estrategia, Euronet comienza la integración y Apple reconsidera su enfoque de servicios financieros, el verdadero impacto de esta transición se revelará en los próximos trimestres.

Esté atento a las próximas llamadas de resultados de JPMorgan y Euronet para actualizaciones sobre la integración. Los documentos regulatorios también pueden arrojar luz sobre los términos que rigen la transferencia de la cartera y las estrategias utilizadas para gestionar los riesgos asociados.

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